Octabin, 25 años de nuestro primer gran éxito
Empezamos con la producción del Octabin, a comienzos de los años noventa. Hoy en día, este embalaje de ocho caras, ideal para los productos a granel, sigue ocupando un lugar especial en el corazón de Tecnicarton.
Contrarreloj. Así dio Tecnicarton sus primeros pasos en el mercado del octabin. Corrían los primeros años de la década de los noventa, cuando la compañía decidió adquirir una entonces novedosa maquinaria en la situación nacional que servía, entre otras cosas, para fabricar octabines, y que les permitiría aprovechar el potencial de las petroquímicas de Tarragona, fabricantes de granza, así como la ausencia de competidores en España.
“No pensamos que la cosa cuajara tan rápido —rememora Paco Correa, Director Técnico de Tecnicarton—. Adquirimos una de las máquinas, nos hicieron el primer pedido y resultó que teníamos que entregarlo un par de días después. ¡Pero todavía nos faltaba otra máquina para completar el proceso! Pasamos varios días y noches en vela, llamando al fabricante alemán para ponerla en marcha para tener el pedido a tiempo”.
Ni que decir tiene que superaron la prueba con nota.
Hacer octabines no era fácil en ese momento. Con la maquinaria adecuada, y ayudados por el hecho de que el marco alemán estaba muy alto con respecto a la peseta, lo que atraía a los compradores europeos, el octabin se convirtió en el producto estrella de Tecnicarton. “Empezamos la actividad en 1989, sin apenas recursos ni clientes, y aquello nos dio un empuje importantísimo. Fue un producto que lanzó a Tecnicarton y lo distinguió en el mercado”, explica Correa.
Nuevos retos para Octabin
En la actualidad, Tecnicarton ya no es la única con capacidad para fabricar este tipo de embalaje. Su uso se ha generalizado y el octabin tiene múltiples aplicaciones en el sector petroquímico, agrario y metalúrgico, pues es muy útil para envíos de polvos, granulados, semillas, productos congelados, piezas metálicas pequeñas, aditivos para fundición, etc.
Pero aún hay mucho por hacer. A medida que se usa, las fuerzas axiales de los productos que contiene el octabin tienden a convertir la forma original del embalaje, octogonal, en un cilindro, produciéndose un abombamiento. Tecnicarton no se ha resignado a ese efecto de la física y prosigue sus investigaciones para mejorar el producto.
La compañía emplea ya Cuádruple® y Quíntuple®, dos versiones de un corrugado de alto rendimiento, en la producción de sus octabines, con el fin de dar una respuesta a aquellos clientes que necesitan trasladar productos con mayores garantías físico-mecánicas. En el caso de estas versiones de los octabines, una de las pruebas más recientes que se están haciendo en el Centro de I+D+i de Tecnicarton es cruzar los canales para evitar el abombamiento.
No es la única tendencia, como subraya el Responsable del Departamento Técnico, Ernesto Mateu: “Intentamos estandarizar al máximo para optimizar los costes o utilizar diferentes tipos de tapas, como las automontables, para reducir los tiempos”. También se intenta aprovechar el espacio al máximo, y para ello Tecnicarton está utilizando octabines telescópicos, que incorporan una especie de collarín que les permite ampliar la capacidad para alcanzar la altura interna del camión donde van a ser trasladados.
El objetivo final es ofrecer un mejor servicio. Por eso uno de los retos que plantea el octabin es integrar el embalaje completo en forma de kit plegado, incluyendo las tapas, el fondo del octabin e incluso, si resulta necesario, la bolsa interior que muchos embalajes de este tipo incorporan ya en el sector petroquímico y alimentario. “Intentamos integrar los diferentes elementos para que el cliente sólo tenga que montar y listo, en el menor tiempo posible”, apunta Mateu. La carrera de Tecnicarton y el octabin continúa.
Octabin en la familia de los grandes contenedores
Su nombre procede del prefijo latino ‘octo’, ocho, y el inglés ‘bin’, cubo. El Octabin es un contenedor con forma de prisma octogonal regular o irregular de grandes dimensiones utilizado para el envasado de productos. Su capacidad puede superar los 1.000 kilos de peso. Se compone de tres piezas independientes —cuerpo, tapa y base— que componen un conjunto estable.
Forma parte de la amplia gama de grandes contenedores, en el área de heavy duty, que Tecnicarton pone a disposición de los clientes. Se trata de un embalaje de prestaciones muy elevadas de carga y apilamiento, tanto estático como dinámico, para el transporte, almacenamiento y grupaje de los productos. De ahí que la experiencia y los materiales empleados sean esenciales en su fabricación.