Envases de maíz
Envases de maíz
El maíz, además de un alimento, se perfila como una importante fuente en la producción de envases plásticos biodegradables.
Además de proteger los alimentos, preservan también el medio ambiente. Los envases «sostenibles» de plásticos, aunque poco presentes en el mercado, empiezan a tener presencia acompañando a alimentos, sobre todo en EEUU y el Reino Unido. El uso de cereales como el maíz son algunas de las principales apuestas en la fabricación de este tipo de envases plásticos. El carácter biodegradable les viene marcado por el almidón, un polímero natural presente en gran cantidad en el maíz, y que tras un proceso forma un plástico llamado ácido poliláctico (PLA), que posee una estructura con la facultad de ser destruida.
El uso de derivados del petróleo para la fabricación de envases plásticos tiene un competidor: el maíz. La batalla iniciada en el campo de la sostenibilidad lleva algunos años fijándose como meta la elaboración de fuentes naturales para la fabricación de envases. Las investigaciones realizadas hasta ahora se han fundamentado en el aprovechamiento de los azúcares del maíz. Si se les somete a fermentación se obtiene ácido láctico que se usa para crear un plástico transparente denominado polylactide (PLA), que se puede transformar mediante diversos sistemas para convertirse en botellas, films, bandejas o envases, entre otros. Una vez utilizado, se degrada rápidamente en agua y dióxido de carbono.
El aprovechamiento es importante: de cada 2,5 kilos de maíz se obtiene 1 kilo de plástico. Los restos pueden aprovecharse como alimento para animales. Por su carácter resistente y biodegradable, se trata de un tipo de plástico que se perfila como una prometedora alternativa a los recursos utilizados hasta ahora. Desde julio de 2005, el Reino Unido comercializa ya una botella de agua realizada con PLA, uno de los alimentos, junto a la leche y el yogur y los zumos frescos, cuya aplicación ha sido más novedosa. Sin embargo, y según los estudios realizados hasta ahora, se trata de un material que, de momento, no es apto para contener bebidas carbónicas.
Fuente: MARTA CHAVARRÍAS
Consumaseguridad
ES-0623