A estudiar con ‘tuper’ de cristal
Es el Premio Literario en Valenciano de Divulgación Cinetificotecnológica 2013 ‘No hay plásticos peligrosos, sólo hay plásticos utilizados incorrectamente’
No hay plásticos peligrosos, sólo hay plásticos utilizados incorrectamente. Esta es la conclusión del artículo ‘Zona reservada per a carmanyoles’ (‘Zona reservada para fiambreras’) en el que la joven química Neus Fabregat Cabello (Oropesa, 1987) analiza los peligros de calentar y conservar alimentos y bebidas en fiambreras y botellas de plástico y que le ha valido el Premio Literario en Valenciano de Divulgación Cientificotecnológica 2013 convocado por la Escuela Superior de Tecnología y Ciencias Experimentales (ESTCE) de la Universitat Jaume I de Castellón.
Había terminado la Licenciatura y estando de becaria de investigación en la Universidad de Oviedo hace casi tres años, la joven química llevaba a diario su fiambrera a la Universidad para apurar las horas de investigación. Fue entonces cuando el profesor de Química Analítica Pablo Rodríguez González, quien le reparó en la mala costumbre de llevar la comida en un recipiente de plástico. «Tú no sabes lo que haces, me decía. Si lo supieras, no lo harías», comenta Neus Fabregat.
Y eso hizo. Intentar averiguar los tipos de envases de plástico, sus componentes y sus usos para, sin querer alarmar, dice, acabar usando envases de cristal. «Más que nada por dar ejemplo, sigo con mi túper, pero es de cristal. Tampoco es cuestión de alarmar a la gente, sino de hacerles leer qué reza cada envase y hacer cierto caso a lo que indica el fabricante», comenta.
Neus Fabregat
Como doctoranda del Instituto Universitario de Plaguicidas y Aguas (IUPA) de la UJI explica en su artículo la importancia de conocer el tipo de plástico con el que está elaborado cada envase, información que se muestra en la base de los recipientes con una numeración del 1 al 7 rodeada de tres flechas formando un triángulo.
A pesar de que siempre es más recomendable conservar y, especialmente, calentar, los alimentos en envases de vidrio, en caso de utilizarlos de plástico los más seguros son los de tipo 2 (HDPE, polietileno de alta densidad), 4 (LDPE, polietileno de baja densidad) y 5 (PP, polipropileno). Por el contra, «hay que evitar al máximo los envases que tengan impreso el 7, ya que este dígito hace referencia al grupo de otros plásticos, incluidos los plásticos policarbonatados, y en consecuencia pueden desprender bisfenol A (BPA)», sustancia que se ha demostrado que puede provocar, entre otros efectos, esterilidad, disminución de la producción de testosterona e incluso cáncer de próstata, explica la autora en el artículo. Mientras que en España el uso de plásticos que contengan bisfenol A únicamente está prohibido en biberones desde 2011, en Estados Unidos no puede utilizarse en cualquier envase de alimentos para bebés y Francia ha prohibido recientemente su uso en todos los envases de uso alimentario.
La contaminación de los alimentos por lo que se denomina «migración» de los compuestos del plástico depende, además de la composición del recipiente, del tiempo de contacto entre el alimento y el envase, del tipo de alimento y de la temperatura de almacenaje. Sobre esta última, la autora advierte que «teniendo en cuenta que la temperatura es una factor crítico en la migración, es imprescindible saber si el plástico de nuestra fiambrera es adecuado o no para ser calentado y no calentar nunca con la tapa ya que la composición de ésta suele ser diferente a la del resto del recipiente».
En el artículo divulgativo, Neus Fabregat también advierte que no es recomendable reutilizar las botellas de plástico marcadas con el dígito 1 (PET, polietileno tereftalato), utilizado en la fabricación de casi todas las botellas de agua y refrescos, ya que después de diversos usos se sospecha que desprenden compuestos que pueden ser nocivos.
El objetivo del Premio Literario en Valenciano de Divulgación Cientificotecnológica es estimular la creación y la difusión de obras escritas en valenciano que pongan a disposición del público en general, y de los estudiantes preuniversitarios en particular, ideas y avances científicos y tecnológicos específicos. El premio convocado anualmente por la ESTCE consta de una dotación económica de 500 euros.
El artículo «Zona reservada para fiambreras» completo aparece publicado en el número 11 La Corriola, revista de divulgación científica de la ESTCE: http://www.uji.es/CA/centres/estce/noticies/