La retirada del plan que obliga a reutilizar las botellas de vin
La retirada del plan que obliga a reutilizar las botellas de vino alivia a los bodegueros
No es un simple envase. La botella de vidrio es la cuna donde duerme el vino, el contenedor de crianza en el que el caldo reposa durante un periodo determinado de tiempo hasta alcanzar su punto óptimo. Nada en el proceso de embotellado del vino es accidental: el vidrio es estéril y gradúa la luz; el corcho hermético y duradero, el estaño garantiza que la botella nunca fue abierta…
Un arte y un proceso que el Plan Nacional de Residuos pretende alterar, ya que obligaría a reutilizar la mitad de las botellas de vino que se consumen en la hostelería. Aunque el Ministerio de Medio Ambiente ha decidido a última hora aplazar hasta la próxima legislatura la medida, para alivio de los bodegueros, la amenaza sigue planeando en el horizonte. «Es un respiro que al menos se trabaje con detenimiento y sin la premura electoral, pero la preocupación sigue», aseguró ayer el presidente de la Denominación de Origen Jumilla, Miguel Gil Vera.
Si el plan sigue adelante en marzo, plantearía graves inconvenientes económicos y logísticos a las bodegas de las tres denominaciones de origen de la Región (Yecla, Jumilla y Bullas). «En primer lugar -explica Miguel Gil Vera- nos enfrentaríamos al problema de lavar y esterilizar las botellas utilizadas. Las bodegas murcianas no disponen de la maquinaria necesaria; aún así, nunca estaríamos del todo seguros del estado sanitario del casco». Los bodegueros sostienen además que el impacto ambiental del proceso de esterilización sería mayor que el que pretende evitar el Ministerio con la reutilización de los envases.
La recogida y el transporte de las botellas también tendrían un coste ambiental, pero, además, encarecerían los costes «y al final pagarían los consumidores. Las bodegas tampoco se encuentran en situación de incrementar los gastos de producción», puntualiza Francisco Puerta, de la Denominación de Origen Bullas. Y todo ello sin contar con las complicaciones de almacenaje y clasificación. «Un restaurante del centro de Murcia puede tener en su carta 200 botellas diferentes, y cada una tiene un coste distinto. ¿Cómo les dices que las vayan clasificando y almacenando?».
Los bodegueros se sienten agraviados porque el vinícola es uno de los sectores que tradicionalmente más recicla. «Todos los vidrios se reutilizan. Los hosteleros los depositan en los contenedores verdes y las bodegas siempre utilizan vidrio reciclado; de hecho, todos pagamos el llamado punto verde, que financia parte de ese proceso, y que supone un céntimo de euro por botella», explica Pascual Molina, presidente de la Denominación de Origen de Yecla.
El proceso de embotellado del vino se realiza con mimo en las bodegas, y supone un porcentaje destacado de los gastos. El coste varía mucho dependiendo de la calidad del vino, y puede ir desde los 40 céntimos hasta los 2,80 euros. Precisamente, las denominaciones de la Región llevan años apostando por producir vinos de calidad y destacarse en el sector de gamas más altas, por lo que han invertido mucho dinero en mejorar su imagen con botellas, etiquetas, cápsulas de estaño y tapones de corcho de más calidad. «A más calidad, mejor presentación y embotellado; el tapón de corcho, por ejemplo, puede costar 1,5 euros para un vino de crianza que tiene que estar más tiempo embotellado; en un vino de poca calidad, puede utilizarse hasta un tapón de plástico», argumenta Miguel Gil Vera.
La norma que obliga a la reutilización del 50% de las botellas de vino que se consumen en bares, mesones y restaurantes, incluida en el Plan Nacional de Residuos, debía entrar en vigor en los próximos meses, pero de momento ha quedado aplazada por las muchas alegaciones que ha recibido. Para los bodegueros murcianos, además de graves inconvenientes, implicaría poner al sector bodeguero en «serios aprietos económicos».
Fuente: http://www.laverdad.es
