Según la Comisión Europea, favorecer una fiscalidad más ecológica puede incentivar la economía
Un estudio publicado por la Comisión Europea demuestra cómo las políticas medioambientales puede incentivar el crecimiento económico mediante una fiscalidad más ecológica. El estudio destaca las ventajas de trasladar la presión fiscal sobre el trabajo hacia el uso de los recursos naturales y la contaminación.
El estudio sobre el potencial de una fiscalidad más ecológica, basado en datos de doce Estados miembros, indica que desplazar impuestos del trabajo hacia la contaminación (incrementando, por ejemplo, los que gravan las causas que contaminan la atmósfera y el agua) generaría ingresos por valor de 35.000 millones de euros, en términos reales, en 2016 y de 101.000 millones en 2025, y que estas cifras serían aún mayores si se tomaran medidas para eliminar subvenciones perjudiciales para el medio ambiente. Dependiendo del Estado miembro, las ingresos potenciales en 2025 supondrían entre algo más del 1 % y un poco más del 2,5 % del PIB anual.
Con la Ecologización del Semestre Europeo, la Comisión busca que las políticas macroeconómicas resulten sostenibles no solo económica y socialmente, sino también medioambientalmente. Un estudio anterior que analizó la aplicación de la legislación sobre residuos para fomentar el crecimiento verde, en el que se destacaban los beneficios económicos que lleva aparejado el medio ambiente y demostró que la aplicación completa de la legislación en este ámbito permitiría ahorrar 72.000 millonesde euros al año, aumentaría en 42.000 millones de euros el volumen de negocios anual del sector de la gestión y el reciclado de residuos de la UE y crearía más de 400.000 puestos de trabajos hasta 2020.