Sensores ópticos para el envasado
Nuevos sensores ópticos permitirán comprobar el estado de los alimentos envasados al vacío.
Dentro del VII Congreso Europeo de Sensores y Biosensores Ópticos Químicos, se presentan en Madrid los últimos avances en la materia.
Las últimas generaciones de sensores ópticos desarrollados por químicos europeos podrán ser utilizados para comprobar el estado de los alimentos envasados al vacío, de forma similar a como se leen los precios de los productos mediante láser en los supermercados.
Este es uno de los últimos avances en el campo de los sensores ópticos químicos, que se presentará en el VII Congreso Europeo de estos aparatos, que ha dado comienzo hoy en Madrid con la participación de más de 250 especialistas.
La aplicación de los sensores ópticos químicos -dispositivos que aprovechan la interacción de la luz con la materia para determinar las propiedades de ésta- al control del estado de alimentos envasados ha sido desarrollada por investigadores irlandeses y alemanes, que han probado esta tecnología en diferentes ensayos con muy buenos resultados.
Mediante la colocación de un sensor o indicador de oxígeno óptico fluorescente dentro del envase, podemos conocer el estado de los alimentos sin abrirlos. Este sensor detecta, mediante un láser o un diodo a través del plástico, si ha entrado oxígeno o dióxido de carbono.
Los sensores ópticos son muy útiles además en lugares donde es necesario hacer una medición, como ríos, suelos o aire, e incluso los más inaccesibles, como reactores nucleares, cohetes u otros planetas, ya que con ellos se pueden recoger muestras de manera remota.
En algunos ríos españoles y depuradoras ya existen sensores ópticos químicos para medir el oxígeno disuelto que determina la calidad de vida del agua.
Moléculas fluorescentes
Un grupo de científicos españoles dirigido por el profesor de Química Orgánica de la Universidad Complutense de Madrid y presidente del congreso, Guillermo Orellana, está desarrollando en la actualidad cabezales sensibles que constan de moléculas precisas que experimentan un cambio cuando hay más o menos oxígeno disuelto. La fluorescencia de esas moléculas aumenta o disminuye en función del oxígeno, de manera que cuanto más oxígeno, menos fluorescencia, y viceversa.
Asimismo, el equipo de Orellana está midiendo la cantidad de materia orgánica del agua en un río mediante la técnica DBO (Demanda Biológica de Oxigeno), por la que se sabe si el agua es potable o no en función de la materia orgánica que transporta. El sistema está compuesto por un terminal sensible en el que viven bacterias vivas inmovilizadas que se alimentan de la materia orgánica.
En el campo de la medicina, estos científicos han creado indicadores ópticos para sangre, que poseen mayor rapidez de actuación y la posibilidad de dar al paciente un tratamiento de choque, ya que se pueden analizar las propiedades de la sangre con sensores ópticos a través de un catéter de fibra óptica sin necesidad de extraerla.
Fuente: Consumer.es