SIGRE, apuesta por cuidar el medio ambiente.
SIGRE, apuesta por cuidar el medio ambiente.
La industria farmacéutica puso de manifiesto su preocupación por el medio ambiente y su responsabilidad con el entorno natural y con la sociedad al plantearse la creación de SIGRE como un sistema selectivo de recogida de envases de origen domiciliario.
Por primera vez en la legislación española una ley sobre el medicamento contempla abiertamente aspectos medioambientales relacionados con él. La Ley 29/2006 de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, que transpone a nuestro ordenamiento jurídico la Directiva 2004/27 sobre esta materia, incluye referencias a las precauciones medioambientales que se han de tener en cuenta.
Estas disposiciones son de aplicación en la fase de investigación y desarrollo y en la de fabricación e, incluso, al concluir el ciclo del medicamento, con el fin de facilitar la entrega por parte de los ciudadanos a través de las farmacias de los no utilizados o que hayan caducado en su domicilio, todo ello para minimizar cualquier riesgo potencial para el medio ambiente.
Cuando hace años la industria farmacéutica diseñó y definió el funcionamiento, el objetivo y el alcance de la actividad de SIGRE, lo hizo en el marco de la normativa sobre envases y residuos de envases de 1997, existente en aquel momento, y cuya principal finalidad era prevenir y reducir el impacto que sobre el medio ambiente tienen los envases a lo largo de todo su ciclo de vida.
General de SIGRE
La ley establece mecanismos, en primer lugar, en el campo de la prevención y, en segundo lugar, en el de la reutilización, reciclado o valorización de éstos con el fin de evitar o reducir su eliminación.
La industria farmacéutica puso de manifiesto su preocupación por el medio ambiente y su responsabilidad con el entorno natural y con la sociedad al plantearse la creación de SIGRE como un sistema selectivo de recogida de envases de origen domiciliario, específico para el sector farmacéutico, que fuera más allá de lo que la normativa en materia de envases, entonces existente, exigía.
De esta forma, se adelantó a la legislación europea y española, incorporando nuevas actividades y objetivos que aportaran valor al medicamento y a la sociedad.
Fruto de la responsabilidad social de la industria farmacéutica, esta iniciativa medioambiental, que contó desde su inicio con el decidido apoyo de la distribución y las farmacias, se enfocó a la recuperación de los envases y a la recogida y gestión ambiental de los medicamentos caducados y de los de tratamientos ya finalizados.
La directiva europea y la nueva Ley del Medicamento vienen a ratificar que aquella decisión de la industria farmacéutica fue correcta y acertada.
Así comenzó la actividad de SIGRE que, con la puesta en marcha de la Planta de Selección y Clasificación, ha sido pionera en Europa y que en la actualidad está siendo objeto de estudio por países de nuestro entorno.
El objetivo medioambiental de SIGRE, por tanto, se ha visto reforzado desde su inicio por el objetivo sanitario que indiscutiblemente tiene esta actividad, como paso clave para cerrar de forma ordenada y correcta el ciclo de vida del medicamento.
Desde que en 2001 SIGRE comenzara su funcionamiento, todo el sector está trabajando por crear en el ciudadano una conciencia medioambiental alrededor del medicamento, un reto que no deja de renovar cada año, lanzando nuevas iniciativas y acercándose a nuevos colectivos clave, como es el caso por ejemplo de los médicos y el personal sanitario.
Para lograr ese clima de sensibilidad, las campañas de comunicación y de publicidad cobran cada vez mayor importancia y se diseñan con un doble objetivo. Por un lado, informar sobre los riesgos sanitarios derivados del almacenamiento innecesario de medicamentos en los hogares y, por otro, sensibilizar a la población acerca de los daños medioambientales que pueden generarse por la eliminación incontrolada de los restos de medicamentos.
La última campaña emprendida por SIGRE ha tenido como lema «Un gesto por el medio ambiente». Con este mensaje hemos querido sensibilizar al ciudadano sobre la importancia que tiene la realización de un pequeño gesto por su parte, que viene a completar y complementar los otros pequeños y grandes gestos que a lo largo del ciclo del medicamento realizan todos los profesionales y agentes sociales: el gesto que la industria realiza en materia de prevención, tanto en la fase de I+D como en la de producción, fase en la que al estudio de los materiales utilizados para el acondicionamiento y envasado de los medicamentos se le dedican cada vez mayores esfuerzos e inversiones el gesto del colectivo médico y sanitario, aconsejando a sus pacientes sobre la forma correcta de finalizar los tratamientos y de desprenderse de los envases y de los restos de medicamentos el del farmacéutico, asesorando al ciudadano sobre la conveniencia de revisar su botiquín doméstico y de qué llevar al Punto SIGRE de la farmacia el de la distribución, aportando la necesaria cobertura nacional y la logística para que los envases y restos que el ciudadano deposita en el Punto SIGRE estén siempre custodiados por profesionales del sector y el gesto de las administraciones públicas, apoyando y colaborando en estas campañas y supervisando toda la actividad para velar por los intereses del consumidor.
Para conseguir que esta concatenación de gestos tenga el resultado final que todos deseamos, SIGRE se está dotando de las más modernas herramientas de gestión que permitan optimizar los recursos que la industria far-macéutica destina a este fin y ofrecer un servicio cada vez más eficaz.
Buena prueba de ello es la obtención de la triple certificación de AENOR a sus Sistemas de Gestión de Calidad, Medio Ambiente y Seguridad y Salud Laboral, convirtiéndose en el primer Sistema de Recogida de Envases que la obtiene, y una de las 20 primeras empresas que la logra a través de AENOR en nuestro país.
Esperamos que los resultados de la actividad de SIGRE sigan mejorando en beneficio del medio ambiente y de la salud de los ciudadanos.
Fuente: SIGRE
ES-0576