Una industria de envasado metálico sostenible
Una industria de envasado metálico sostenible
John Rost, director de sostenibilidad y regulación de Crown Holdings, Inc. y Andy Seed, director de WCP, calidad y EHS de Crown Europe, analizan la evolución del sector del envasado metálico europeo hacia una industria más comprometida con la sostenibilidad y la importancia de este formato para las marcas y los consumidores.
La sostenibilidad de las operaciones y la responsabilidad sobre las acciones empresariales son factores cada vez más importantes para los productores europeos. Esto ha propiciado un cambio en la relación de las empresas con sus proveedores y ha hecho que la sostenibilidad sea un criterio fundamental para evaluar a sus socios. Como resultado, los proveedores de toda la cadena de suministro, incluidos los del envasado, deben ser capaces de presentar una estrategia de sostenibilidad y rendimiento sólida y deben fundamentar sus medidas medioambientales con hechos y cifras contrastables.
Para conseguir estos objetivos, los proveedores pueden participar en iniciativas que abarcan un amplio espectro de sectores. El CDP, conocido como Carbon Disclosure Project, por ejemplo, es un sistema global que «permite a empresas, ciudades, estados y regiones medir y gestionar su impacto medioambiental». El CDP ha creado la colección de datos medioambientales de ámbito mundial más exhaustiva hasta la fecha para proporcionar una base de referencia sólida que las empresas pueden utilizar para evaluarse a sí mismas. Crown ha presentado los dos últimos años sus objetivos de sostenibilidad a CDP, destinados a reducir aún más el consumo y las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2020. En ambas ocasiones la organización obtuvo la clasificación A (dentro de un sistema de clasificación de la A a la F en el que la media es una C), convirtiéndose así en empresa líder en materia medioambiental.
El metal como pilar para la sostenibilidad
El envasado metálico es uno de los formatos más sostenibles del mundo y ha obtenido las mejores calificaciones en los tres factores que miden la sostenibilidad.
El metal tiene, por ejemplo, una capacidad de reciclaje ilimitada, ya que puede entrar en el proceso un número indefinido de veces sin perder sus propiedades. Esto lo convierte en un valioso material que es a su vez el catalizador para la creación de una amplia infraestructura destinada a la recogida, procesamiento y reciclaje. De hecho, el valor de este recurso es tan elevado que permite costear los gastos de recogida y cubrir el reciclaje de otros materiales menos valiosos como el papel o el plástico.
Las empresas de envasado metálico participan en la denominada economía circular, relacionada directamente con los procesos que se llevan a cabo en el metal en sus infinitas formas. La línea económica tradicional concibe el envasado como un proceso en el que el producto se crea, se utiliza y se elimina. La economía circular, por el contrario, retoma la línea tradicional desde la fase de eliminación para reciclar el producto y llevarlo de vuelta al principio del proceso. Con el metal, como se mencionaba anteriormente, las posibilidades son infinitas siempre que los consumidores contribuyan al reciclaje.
Además, según estadísticas de la Unión Europea, se producen al año alrededor de 88 millones de toneladas de desechos alimentarios que suponen cuantiosas pérdidas que llegan hasta los 143 mil millones de euros. Cuando un fabricante decide colocar sus productos dentro de un recipiente de metal, está utilizando el envasado más resistente posible, ya que proporciona una protección ideal frente a la luz y el oxígeno que, en caso de filtración, pueden llegar a reducir la vida útil del producto de manera significativa. Un producto dentro un envase metálico se puede conservar durante años y contribuir de esta forma a la reducción de los desechos alimentarios.
El sector del envasado metálico ha incentivado de manera activa el reciclaje y se ha centrado en educar y concienciar a los consumidores para que colaboren. Diversos organismos empresariales han lanzado iniciativas como Every Can Counts (ECC) para que los consumidores europeos puedan reciclar sus envases durante sus desplazamientos o cuando están fuera de casa. La campaña comenzó como una iniciativa pensada para las oficinas, pero se ha expandido para llegar hasta consumidores individuales, festivales de música y zonas turísticas. En las campañas de Metal Packaging Europe (MPE) se utiliza la etiqueta «El metal se recicla para siempre» en los envases de los productos que utilizan los consumidores. Gracias a la colaboración con Crown, MPE ha podido plantearse el objetivo de llegar a un reciclaje del 80 % del metal en Europa para el 2020. El porcentaje es actualmente de 74,7 %, por lo que sigue siendo el material más reutilizado del continente.
Los productores de envasado metálico como Crown se suman a estas iniciativas aportando sus propias ideas. En Europa, los objetivos de sostenibilidad de la empresa coinciden con los procedimientos globales y se centran en tres aspectos fundamentales:
• Al igual que la mayor parte de las empresas del sector, Crown busca reducir el peso del envasado para disminuir así la cantidad de metal requerido y desarrollar un recipiente que sea resistente y robusto con el fin de minimizar la huella ambiental. Esto también permite a los productores de envasados metálicos fabricar más envases con la misma cantidad de material y utilizar los recursos de forma más eficiente. De esta forma, se reduce el consumo energético en la cadena de producción y se mitiga el impacto medioambiental.
• Reducir el consumo energético es uno de los objetivos primordiales para alcanzar la máxima sostenibilidad como productor. Crown ha concentrado sus esfuerzos en implementar mejoras en este sentido hasta en el más mínimo de los detalles, como un apagado eficiente de las máquinas, innovaciones en iluminación y una visión abierta ante los nuevos avances tecnológicos que puedan reducir el consumo energético. Uno de los objetivos de Crown era reducir el consumo energético un 5 % por cada mil millones de unidades estándar producidas desde 2015 hasta finales de 2020, pero la empresa ha superado sus propias expectativas y, desde el 31 de diciembre de 2016, ha reducido el consumo en un 5,3 % por cada mil millones de unidades estándar. El consumo bruto de energía se ha reducido en un 1,3 % mientras que la producción ha aumentado en un 4,2 %.
• Mejorar la eficiencia de los procesos de producción redunda en la reputación de la empresa como una organización sostenible. Crown, por ejemplo, cuenta con varios proyectos en marcha diseñados para reducir el número de modificaciones dentro del proceso de producción, con el fin de racionalizar tantas líneas como sea posible y aumentar la productividad.
Las iniciativas para la sostenibilidad se prueban en primer lugar en una sola planta y, si resulta efectiva, se implementa en el resto de las instalaciones. Una vez que se ha demostrado la efectividad, dichas iniciativas se establecen como pautas para toda la empresa. A su vez, la compañía invierte todos los años en un amplio abanico de proyectos de eficiencia energética para reducir su impacto medioambiental. Crown está a mitad de camino de conseguir su objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de tipo 1 y 2 un 10 % por cada mil millones de unidades estándar producidas desde 2015.
Desde el 31 de diciembre de 2016, la empresa ha reducido este tipo de emisiones un 6,25 % por cada mil millones de unidades. El informe de sostenibilidad de 2017 de la empresa refleja un 10 % de disminución en emisiones de gases de efecto invernadero y un 8 % de reducciones indirectas, además de un 17 % de reducción de emisiones de COV y un 18 % de emisiones de NOx.
Una industria sostenible que publica sus resultados
El sector del envasado metálico está acaparando toda la atención por sus iniciativas de sostenibilidad, pero este tipo de acciones no son nuevas. La única diferencia radica en que ahora los clientes exigen una mayor transparencia y acceso a los datos, lo que hace que los productores hayan decidido mostrar al público sus iniciativas y logros. No es casualidad, por ejemplo, que Crown haya conseguido la designación del CDP como líder del sector en los dos primeros años en los que participó. Tampoco sorprende que un organismo de clasificación de sostenibilidad europeo como EcoVadis haya situado a Crown dentro de los 3 mejores proveedores en la categoría general y de los 2 mejores dentro del grupo de las empresas del sector.
Para Crown, la sostenibilidad es la piedra angular de la empresa. Fabricar envases de la manera más eficiente posible es sinónimo de una producción sostenible, un proceso que perdurará en el tiempo de la misma forma que el propio metal.
Fuente: Infopack