Almacén automático
Almacén automático:
Esta es una definición muy reductiva ya que no tiene en cuenta la complejidad de las numerosas actividades que intervienen en la logística industrial y que toda empresa del mundo, por pequeña o grande que sea, ha de desempeñar para que sus almacenes sean absolutamente funcionales. Estas actividades incluyen, por ejemplo, el almacenaje, la manutención de materiales, el control de existencias, el empaquetado, el despacho de pedidos, el transporte, la elección del lugar donde ubicar los almacenes y los establecimientos, etc.
Para poder gestionar lo mejor posible estas actividades, es necesario que la manutención de los materiales sea adecuada y eficaz.
La manutención es una operación a menudo compleja, que depende básicamente de cuatro factores: distancia (por recorrer), tiempo (empleado en el recorrido), espacio (para el almacenaje) y energía (necesaria para el transporte).
Por todo ello, la opción de emplear un sistema automático de manutención debidamente dimensionado representa, a la larga, la mejor inversión. Hoy, los vehículos automáticos AGV se han integrado en los procesos productivos y se emplean para el transporte, el traslado y el almacenaje.
En los últimos años, los AGV se han ido adaptando a las exigencias de los clientes por lo que, actualmente, se emplean en un sinfín de sectores, además del cerámico: automovilístico, bebidas, farmacéutico, mecánico, confección, películas plásticas, decoración, papelero, pinturas, madera, etc.
Marca: System Logistics